I n t e g r a n l a p a r e j a m á s p o d e r o s a e n p a n t a l l a
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¡TIENEN UNA QUÍMICA
BRUTAL!
¿No has tenido una vida solitaria?, porque finalmente no echas raíces ...
— Mi vida siempre fue así; desde niño. Crecí aprendiendo que las amistades eran pasajeras, que mi casa no era realmente mía, porque siempre era alquilada y me acostumbré a esa vida. Ahora, aunque todavía vivo de esa manera, tengo un par de bases bien establecidas: México y Estados Unidos, y ahí ya tengo mis amistades y mi casa. Tengo las dos vidas y las dos las necesito.
¿Y cuándo necesitaste de la actuación?
— Cuando vivía en Brasil, haciendo la secundaria me interesé en el teatro. Estudié un poco de drama y hice varias obras, pero nada más con la idea de dedicarme a esto, porque mi papá era un hombre de negocios muy rigido y nunca fui capaz de decirle: 'Quiero ser actor'; porque aunque era novelero, no habría aceptado. Creo que fue hasta poco antes de morir, cuando realmente aceptó mi decisión de ser actor.
Un impulsivo amor
— Terminando en mi carrera, estaba en Texas manejando un rancho de caballos y vino un día una actriz a pasar unas vacaciones. Me enamoré, la seguí hasta California y tres años después de esa relación empecé a estudiar actuación en serio.
Luego la mala racha
— Pasé por una etapa muy pobre cuando decidí ser actor. Vivía en el piso de un apartamento de un amigo; había trabajado como ejecutivo, me quise lanzar como actor, fracasó mi matrimonio, me fui a Puerto Rico a hacer una película por la que no me pagaron, regresé y me separé. No tenía un peso, lo primero que hice fue ir a cargar camiones al aeropuerto, trabajé como mesero, daba clases de idiomas, hacía de todo".
¿Porqué no le pediste ayuda a tu padre?
— Porque hubiera sido una derrota tremenda, él me decía: 'Tienes una carrera, ejércela'.
Salvado por el aroma del café
— Cuando llegué a los 30 años me dije: 'No puedo ser mesero toda mi vida, mi carrera artística no está yendo a ningún lugar', entonces monté una empresa de traducción y doblaje y me empezó a ir súper bien, pero alguien que trabajaba conmigo me comentó: 'En Colombia buscan un tipo', cerré mi empresa y me fui supuestamente para hacer la miniserie La Otra Raya del Tigre, que pasó desapercibida, pero de ahí me llamaron para Café con Aroma de Mujer y me quedé ahí cuatro años.
Su mujer no es celosa
— Me cela lo normal y eso tiene mucho que ver con la confianza que tenga tu pareja. Yo comprendo mis límites, no los rebaso y ella está tranquila.
Y aunque con Salomé termina el contrato de Guy con Televisa, el actor ya está en conversaciones para renovarlo, aunque también tiene propuestas de trabajo en Brasil y España.
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